Debido al papel de relevancia que juega La Familia Como Soporte Emocional, a pesar de ser una composición distinta en cada país, esta permanece como el símbolo principal de unión sólida en cada lugar.
Los valores familiares
Los lazos familiares unen a las personas, y al instituir a La Familia Como Soporte Emocional se le constituyen a su vez una serie de valores, de los cuales los niños al estar en su etapa de infancia se rigen y al llegar a la madurez pueden hacérselos llegar a los que lleven bajo su cargo.
Estos valores motivan a los miembros de la familia a organizarse entre sueños y metas, establecer para sí importantes triunfos para obtener a lo largo de su vida. También permiten que las personas, en este caso los familiares, logren constituir dichas metas de manera colectiva y no egoísta, es decir, pensando en lo que podría beneficiar a los otros y no solo a uno mismo.

El hecho de La Familia Como Soporte Emocional también se rige por los valores como el respeto, la honradez y el amor. Estos tres prevalecen en todas las enseñanzas familiares.
Importancia de la familia como soporte emocional
La importancia de La Familia Como Soporte Emocional radica fundamentalmente en el hecho de la comunicación que puede aprender un ser humano, la interacción con el resto de los seres vivos y el buen recibimiento de los afectos obtenidos.
En las familias los más importantes suelen ser los recién nacidos, por ello los más adultos se centran en brindar todo su amor y cariño a los más pequeños; ayudándolos a formar el carácter desde temprana edad y a aprender a convivir en armonía con el resto de los seres humanos.
Les enseñan las reglas de vida, lo correcto y lo que no es correcto y el cómo vivir con ello.
1. Tenemos que decirle que le queremos
Es importante que todos los días busquemos un momento para decirle a nuestro hijo que le queremos y que sienta que estamos pendiente de él. No solo tenemos que pensarlo sino también tenemos que verbalizarlo. Saber que su familia le quiere y le apoya es básico para reforzar su autoestima. Si no lo hacemos, es posible que nuestro hijo no sienta todo nuestro cariño y apoyo.
En las familias los más importantes suelen ser los recién nacidos, por ello los más adultos se centran en brindar todo su amor y cariño a los más pequeños; ayudándolos a formar el carácter desde temprana edad y a aprender a convivir en armonía con el resto de los seres humanos.
Les enseñan las reglas de vida, lo correcto y lo que no es correcto y el cómo vivir con ello.
7 CONSEJOS PARA DAR APOYO EMOCIONAL A LOS HIJOS
Es importante que todos los días busquemos un momento para decirle a nuestro hijo que le queremos y que sienta que estamos pendiente de él. No solo tenemos que pensarlo sino también tenemos que verbalizarlo. Saber que su familia le quiere y le apoya es básico para reforzar su autoestima. Si no lo hacemos, es posible que nuestro hijo no sienta todo nuestro cariño y apoyo.

2. Tiempo en cantidad
Durante años se ha extendido el concepto de tiempo de calidad. Pero quizás esa idea hay que revisarla porque los niños necesitan pasar muchas horas con sus hijos. Quizás ha sido la forma de justificar nuestras ausencias por motivos laborales. No solo hay estar cerca de ellos todos los días sino que tenemos que dedicarles nuestro tiempo cuando nos piden ayuda o cuando quieren jugar con nosotros. El tiempo de calidad no puede sustituir nunca al tiempo en cantidad.

3. Ayudarles a gestionar sus emociones
Nuestros hijos tienen que aprender desde pequeños a aprender a gestionar sus emociones. Normalmente lo suelen conseguir cuando siguen el ejemplo de sus padres. Nuestra actitud ante los enfados, berrinches y rabietas es fundamental. Tenemos que comprender sus miedos, sus problemas y sus afectos. Además debemos dar ejemplo con nuestra reacción ante los obstáculos y dificultades. No podemos pretender que nuestro hijo no se enfade si nosotros lo hacemos ante el primer problema.
4. Establecer límites y normas en casa
Los niños necesitan desde pequeños conocer los límites y las normas. Tienen que saber que no pueden jugar con la tablet cuatro horas seguidas o comer con la televisión. Necesitan saber hasta dónde pueden llegar y cuál es su papel en la familia. Desde pequeños deben tener pequeñas obligaciones en la familia como ordenar su habitación o poner la mesa. Los límites son importantes para su desarrollo y para la convivencia familiar.

5. Un padre siempre es un padre
Es importante que nuestros hijos no vean como padres y madres. No somos sus amigos y menos sus criados. Tienen que saber que no estamos a su entera disposición y tampoco somos sus compañeros del colegio. Los padres somos padres y es importante que desde pequeños lo comprendan.
Otra de nuestras funciones es apoyar siempre a nuestros hijos. Tenemos que valorar los esfuerzos que hacen en su vida diaria y decírselo. No solo les tenemos que recriminar lo malo sino también comentarles lo que han hecho bien. El apoyo de la familia es fundamental para su desarrollo como personas responsables. También debemos fomentar su autonomía para que vayan aprendiendo a vestirse y por ejemplo a hacer sus deberes solos. Tenemos que apoyarles pero intentando que cada día sean más autónomos.

7. Ayudarles a pensar y reflexionar
Por último los padres tenemos que fomentar la reflexión y la curiosidad en los niños. Hay que favorecer que se paren todos los días unos minutos a pensar qué han hecho bien o mal. Nuestros hijos tienen que saber cuáles de sus comportamientos son positivos y negativos para comprender las consecuencias de su conducta.
Las necesidades afectivas de nuestros hijos son tan importante como la alimentación o la higiene y pueden afectar a su salud mental. Las madres y los padres somos piezas fundamentales en esta seguridad afectiva en su infancia y en su adolescencia.
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